sábado, 12 de junio de 2010

Una anécdota telefónica

Hace un par de días llamaron por teléfono a casa. Miré rápidamente el número de teléfono que llamaba y me pareció que era el número de teléfono que tengo asignado en el trabajo:
- Sí, ¿digamé? - digo convencido que me llaman del trabajo.
- Hola, buenas tardes, ¿es usted Daniel? - me dice una chica con la misma voz que Lola, una compañera.
- Sí, y usted es Lola, ¿verdad?
- ¿Cómo?, creo que está confundido - me responde con cierto tono de asombro que me hace dudar. Miro de nuevo el teléfono para comprobar el número, pero ya no lo indica, ahora presenta el tiempo que lleva la conversación.
- Bueno, es igual, ¿dígame? - vuelvo a decir, aunque con cierta sospecha.
- Mire, le llamaba porque estamos promocionando una ortopedia en Alcalá del Río... - con lo que pienso rápidamente: ésta es Lola que con la guasa quiere reirse un rato a mi costa. Aclaro al lector que llevo más de seis meses de baja por un problema que me obliga a usar muletas y silla de ruedas.
- Qué hija de puta, hay que tener cuernos - le digo interrumpiéndola y en plan de amistoso -. Lola, ¿esto ha sido idea tuya o de la perra de Alonso?. Por un momento casi te quedas conmigo.
- ¿Cómo?, está usted confundido. Estoy trabajando y por eso le llamo, estoy promocionando una ortopedia... - me vuelve a decir, pero sin hacerme dudar esta vez. Estoy seguro de que es la voz de Lola, y llamarme para promocionar una ortopedia... esto, sin duda, es una broma.
- Sí claro, confundido - le vuelvo a interrumpir -. Venga ya. Haber, ¿desde qué teléfono me llama? - le pregunto esperando que se inventase uno que no tuviera nada que ver con el que vi antes de descolgar.
- Mire, de verdad, le llamo desde Mairena y estoy trabajando. Ahora mismo no sé el número de teléfono con el que le llamo. Espere un momento... - y me cuelga.
Algo desconcertado, y con nuevas dudas, ya que si fuera Lola la que llamaba no me hubiese colgado, consulto en el teléfono las últimas llamadas recibidas y compruebo que el último número no es el que tengo asignado en el trabajo, aunque coinciden casi todos los números, los últimos cuatro dígitos en posición y otros, aunque con el orden cambiado.
¡¡¡Vaya corte me llevé!!!
No sé que habrá pensado esa chica de mi, aunque la verdad tampoco me preocupa mucho. Aunque si alguna vez lees esto, sólo quiero pedirte perdón si te hice pasar un mal rato, ya que tienes la misma voz que mi compañera Lola y era demasiada casualidad que, estando en la situación que estoy, y sabiendo lo bromistas que son los compañeros del trabajo, estuvieras promocionando una ortopedia.

2 comentarios:

  1. ¡Qué bueno, qué bueno! Y yo me lo perdí. Vamos,seguro que fue para ver la cara que se te quedó o, mejor aún, la cara que se le quedó a la chica del teléfono. Me he enterado por ahí de que salió corriendo de la ortopedia y dice que no vuelve más, que a ella le pagan por vender no por escuchar a gente que dice cosas raras...

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  2. ja,ja...como la "Lola" aludida quiero grital al ciberespacio que nunca sería tan hijadeputa ja,ja...a ver, tus compis tenemos un historial...vale, y quizás influenciada por "la perra de Alonso"...podría verme mezclada en algo turbulento...ja,ja...PERO QUEREMOS QUE VUELVAS, NO QUE NOS PRENDAS FUEGO!!!!

    No te preocupes, seguro que fuiste la anecdota del día de aquella dulce telefonista que se esforzaba por imitar mi aterciopelada voz!!!Muy bueno ;)Te añado a favoritos compi^2

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