Todo el mundo, en algún momento, pierde la calma por algún motivo. Conozco personas que pierden la calma con relativa facilidad, como yo mismo, por ejemplo, y otras personas que la pierden con dificultad, como un compañero del trabajo, al que una vez le cagó una pájaro en el flequillo y en más de siete años que lo conozco sólo le he visto perderla una vez habiendo pasado por muchas situaciones dificiles sin inmutarse.
A continuación dejo un vídeo, que me envió mi hermano, demostrativo de cómo perder la calma.
martes, 1 de junio de 2010
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