Cacharrín

Con dificultad podría determinar cuándo empezó mi pasión por la tecnología. Quizás fuese con el Commodore 64, que entró en mi casa el año del naranjito. Me encantaba pasar las horas delante del ordenador jugando (principalmente) y tecleando programas que copiaba de alguna revista.
Lo cierto es que desde muy joven tuve acceso a muchos dispositivos electrónicos, que me gustaba tocar y trastear. Esto se lo debo agradecer, principalmente, a mi padre, quién tenía la iniciativa en comprarlos, y también a mi madre, que siempre ha sido quién ha manejado las cuentas y quién daba el visto bueno para comprarlos (en aquella época eran muy caros).
Por eso, hoy voy por la vida enseñando a manejarlos y a configurarlos, y por eso me llaman "Cacharrín" (los compañeros del trabajo), como si fuese un héroe de tebeos.
Cierro esta entrada con un vídeo de Calico Electrónico, indicando que no está basado en mi, por si a uno que yo me sé del trabajo, que va rompiendo cosas, se le ocurre, si quiera, pensarlo:

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